👉🏼 PENSAMIENTOS de una mamá a los maestros en tiempos de encierro y estudio en casa!

Querido colegio y maestras!
Soy Catalina, mamá de Bernardita (3er año), Guadalupe (1er año), Catalina (6to grado), Wenceslao (3er grado) y Lucía (2do grado). Me desperté hoy sábado con la necesidad de contarles y hacer visible la realidad de nuestra casa en estos días de cuarentena.
Para empezar quiero decir que agradezco el esfuerzo que cada uno de ustedes hace desde el otro lado por pensar, preparar y enviar actividades para nuestros hijos. Sin duda, mi historia personal me lleva a agradecerlo y valorarlo.
Ayer lo escuché hablar al ministro de educación de la provincia de Córdoba y se me llenaron los ojos de lágrimas ante algunas afirmaciones: la primera, que es muy importante mantener la salud mental de los padres en este periodo. Y segundo, que ante una situación tan extraña y grave como la que vivimos el calendario escolar puede ser ajustado/acomodado... Modificado. No sé bien que palabra uso pero la idea era esa.
Con su primer afirmación me sentí por demás identificada. Y les hago una confidencia, ayer me senté a llorar cuando ví que acomodandome con los tres más chicos, Guadalupe (quien tiene dificultades) tenía de repente 12 materias con trabajos que debía haber presentado la semana pasada. Y quieren que les diga más! No soy menos madre por no haber recordado sus limitaciones, ni por olvidar que en primer año la demanda se triplica ... Al contrario, la miraba cada día sentarse con el orgullo de verla crecer, madurar y poner mucho más de lo que ella puede y había podido antes. Pero bueno. Cuando revise sus cosas caí en la cuenta de que con todos sus esfuerzos no llego a cumplir ni las tareas del primer día. Y si, llore de angustia, de presión y de injusticia también, aunque no es culpa de nadie.
Por supuesto que la situación exige de todos y muchos de todos. Pero los llamo a pensar que en estos días no solo tienen 30/40 niños en frente (atentos, distraídos, charlatanes, aplicados, más rápidos, más lerdos, dormilones) durante este periodo tienen 30/40 familias del otro lado donde cada una es un mundo que desconocen. Y que no deben olvidar porque esa familia es el primer mundo de cada niño y cualquier cosa que rompa el orden dentro hace daño. Leo y veo en estos momentos muchas madres preocupadas, también con agustias, ansiedades y limitaciones que no solo tienen que ver con el colegio sino con la vida misma. 
Para que todos puedan trabajar en nuestra casa debemos tener 5 dispositivos móviles para que cada uno tenga su material. Tenemos que tener internet que funcione bien para bajar todo con videos incluidos. Tenemos que sentarnos papá y mamá a dictar consignas, explicarlas y también dar clases sobre el contenido porque cuando vienen a casa a hacer la tarea, el tema ya lo desarrollo una docente... Acá tenemos que desarrollarlo nosotros. Más fácil más difícil hay que tener el conocimiento, la capacidad y la paciencia para hacerlo. Además, tenemos que volvernos expertas en informática. Aprender a manejar las plataformas, entenderlas, decodificar los mensajes de cada docente y, no menor, ver cómo subimos el material. Fotos, videos, bajar aplicación que escanea. Si internet puede, no colapsa la página, la sacaste bien a la foto, y todo está más o menos en orden 👉🏼 sube. Sin contar con que a veces los niños tienen que responder on line...
Les cuento que en mi caso, tengo que trabajar con dos plataformas y por mail (la única vida simple). En una semana me he tenido que poner a hacer todo lo que les conté arriba... Y aprender a manejar plataformas que todavía no me dejan terminar de subir cosas...
En fin. Este escrito no quiere ser más que un pedido de paciencia y de consideración. En lo personal he visto colapsar la psiquis de una madre por una situación en algo similar y ahora tenemos el agravante del encierro.
No estamos viviendo momentos fáciles. Hay exceso de información y no es sencillo filtrarla. Nos preocupa lo económico, nos preocupa pensar en la comida del día y si tenemos lo necesario, no preocupa que no se enferme ningún ser querido. Nos preocupan los mayores que tenemos cerca. El encierro es muy difícil de llevar para muchas familias que tienen poco espacio. El aprender a vivir y convivir todos encerrados, sin vías de escape... Creo que tenemos que hacer lo posible por salir airosos  de este momento y personalmente, con el valor de que se sienten por día a estudiar, creo que no es la sobreexigencia lo que los va a hacer saber más... Ellos también sienten angustia y preocupación. También lloran por la presión de tener que entregar un trabajo y no llegar. También lloran por temor a un puntito negativo, por el concepto que la docente tenga de ellos. En casa, lloraba una de mis hijas la semana pasada porque estando enferma NO podía estudiar y sentía la presión de no llegar con lo académico.
Déjenme decirles que como madre NO QUIERO ESO PARA MIS HIJOS EN ESTE MOMENTO. Cómo tampoco quiero morir en el intento como madre. No quiero colapsar ni me parece justo que muchas lleguen a hacerlo.
Tengo 5 hijos y es lo mejor que tiene mi vida, y necesitan que su mamá pueda mantenerse entera para salir todos airosos y fortalecidos en este momento.
Es un momento en el que el mundo entero se paró, no es culpa de nadie y es culpa de todos... Pero es un momento en el que todos podemos sentarnos a reflexionar y tomar decisiones desde el interior. Ya no nos corren las rutinas, ni la calle, ni el exceso de personas. Nos obliga un encierro que exige mucho más a nuestra mente. No dejemos que esto nos colapse ni nos haga daño.
Con mucho cariño...
Catalina Piñero


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